Lo más curioso de Pago de Arinzano es saber que se proyectó a mediados de los 80. Es casi una “visión” de un gran amante del vino como lo es Fernando Chivite. Compró una de las fincas más antiguas dedicadas al vino (desde el Siglo XI) a los Marqueses de Zabalegui con la idea de hacer una gran bodega. Cuántas bodegas se han quedado sólo en eso.

Aquí hay mucho más. Desde la fijación de que el gran vino que saliera de estas bodegas fueran vinos de pago, hasta la visión de futuro de hacer que la bodega sea sostenible en todos sus aspectos, fauna y flora protegida, materiales de construcción certificados por su aspecto medio ambiental e, incluso, reciclaje de aguas residuales con un coste alto; pasando, por supuesto, por haber elegido al gran maestro de la arquitectura navarra como lo es Rafael Moneo en un afán de que quede la creatividad quede en casa. Todo pensado desde aquellos años es saber que no es un capricho del momento sino un proyecto de futuro que perdurará en el tiempo. Sólo quedaba por hacer el vino y ya es una leyenda.
Pago de Arinzano es una bodega ¿perfecta? que cautiva y encanta, Nadie sale de esa bodega indiferente, y todo el que sale sabe que ha visto un monumento dedicado al vino. Una maravilla. Entre las viñas también se encuentran las chardonnay perfectas que hacen el gran Chivite Colección 125.

Así que un respeto la próxima vez que se vea a alguien pidiendo un Gran Feudo, darle un agradecimiento por permitir estos caprichos.

Bien pues allá va el vídeo de la visita y espero que os guste.
Pago de Arinzano está en Aberin (cerca de Estella).