Es la prueba de que las cosas se pueden hacer bien con un poco de ganas y de profesionalidad detrás de un local. Boulevard 9, antes conocido como Koquis, era impenetrable, olores y malos humos hacían el mejor de los ahuyenta clientes. A partir de ese punto hay dos maneras de actuar: una es dejar las cosas como están y quejarse de la crisis, otra es buscar una solución: remozar de arriba a abajo. Local limpio, cocina limpia y profesionalidad.
Vale, en cuanto a comida no deja de ser lo que era. Mucha ensalada, algo de rissotto, hamburguesas y sandwiches, lo demás para pasar el rato, a esos precios no se puede dar más de lo que se da.
Pero aquí van las sorpresas empezando por una carta de vinos que ya lo quisieran algunos de los buenos restaurantes de la Parte Vieja. Hay vinos de la mayoría de las Denominaciones de Origen, por supuesto Riojas, Riberas y Prioratos pero es que hay de Jumilla, La Mancha y otras, hasta una representación de Utiel Requena y 8 referencias del Bierzo ¿quién tiene 8 referencias del Bierzo si no son los grandes de las estrellas? Hay vinos de Chile, Argentina, Sudáfrica… Y recordemos que, básicamente, es una cafetería.
Más: pido un vino, la camarera lo abre, pregunta quién lo prueba, lo sirve a mi derecha y cuando le digo que está bien, da la vuelta a la mesa para servírselo por la derecha a M. Es decir no alarga el brazo por delante lo sirve y ya está, se toma la molestia de dar la vuelta a la mesa para servir el vino, le sirve a M y, de nuevo, da la vuelta a la mesa para servirme a mí. Sigo recordando la categoría del local cuando en el restaurante de un 4 estrellas donostiarra me sirvieron a mi el primero a pesar de estar con una pareja (hombre y mujer) mayores.
Más: mesa de siete personas, toman la comanda, traen los platos sin preguntar a un solo comensal para quién es cada plato y todo perfecto. Asombró hasta a quienes estaban en la mesa.
Más: vino de veinte euros, me parece que está caído y lo digo. Ni una sola discusión: “si usted dice que está mal se cambia.”
Y recuerdo su categoría. Una ensalada, un sandwich y un buen vino y no hace falta más si te atienden con respeto y una sonrisa. Y si pasas al precioso comedor de no fumadores haces una noche completa.
Lo malo: que los vinos blancos no están a la altura.
Boulevard 9 está, evidentemente en el Boulevard de San Sebastián número 9
Blog escrito escuchando: Friedrich Gulda: Non Stop Gulda.