Sabemos que hacen el Suntory, uno de los mejores whiskies del mundo, nos venden su cerveza y han conseguido que nos acostumbremos al sake (los infumables y básicos, porque los mejores no llegan).
Pero no se atrevían con el vino. Haberlo haylo, pero debía ser infumable. Vinos a granel de otros países mezclados con mostos (literales) japoneses. Pero inversores europeos y americanos están empezando a meter el pie en el mercado japonés y están haciendo vino con uvas 100% niponas.
Resulta que desde hace ya 1000 años crecen cepas en la prefectura de Yamanashi. Nada menos que 90 bodegas producen esos vinos en las faldas del Fuji, de chardonnay y otras conocidas.
Pero desde el 2004 han descubierto la variedad “koshu” con un adn 90% vitis vinifera, es decir los mismos genes que llevan la sauvignon blanc. Y trajeron al enólogo Dubourdieu para que hiciera el mejor vino blanco de esas uvas tintas.
La ecuación es sencilla: con los miles de restaurantes japoneses que hay por el mundo (y los que quieren serlo), sería fácil introducir un vino blanco japonés que le fuera bien al sushi.
Concretamente, un vino llamado
Cuvée Denis Dubourdieu ha vendido cerca de 6000 botellas solamente en Francia durante el año 2009. Sorprendente teniendo en cuenta que es un vino con una graduación del 10%, eso sí, “ligero y agradable, pensado para ir perfectamente al sushi o al sashimi” Parker dixit.
Desde luego que pueden llegar a hacer las cosas mejor que nadie y habrá que estar atentos al vino de la variedad koshu. Habrá bueno y habrá malo pero la mejor tienda de vinos de Tokio tiene, de entrada, unas 200 marcas diferentes. Que haya suerte.