Ya era hora de que pudiera hablar de una mujer detrás de una gran cocina. Ella se llama Sonia Tapia y es la jefa de cocina del Frontón de Tolosa. Sólo tiene 31 años y Roberto Ruiz confía en ella plenamente hasta el punto de que sale al comedor para atender a sus clientes porque sabe que la cocina está bien cubierta.
No hay una historia clásica detrás, no hay una madre que le ha enseñado a disfrutar en la cocina desde pequeña, es más, Sonia llegó a la cocina al descubrir lo prohibido. Tuvo un accidente doméstico de muy pequeña y la cocina se convirtió en zona vetada. Y como quien se fuma el primer cigarro y le encanta el sabor de lo inaccesible, ella tuvo un alumbramiento al entrar en su primera cocina, y se quedó para siempre.
Afortunadamente empezó directamente en el Frontón de Tolosa, luego se fue a Menorca a la cocina de La Caraba, un restaurante en el que apetecería vivir, más tarde a Madrid a entender cómo se pone en marcha una franquicia, pero siempre quedaba el Frontón y decidió echar raíces.
Ha entendido a la perfección la filosofía de Roberto, “nadie se imagina lo que le preocupa el producto a Roberto, nadie se imagina lo que se aprende a su lado.” Y lo más importante no es que haya aprendido de cocina, o que haya aprendido cómo se eligen unas vainas, lo más importante es que ha sabido respetar el producto, hacer unas cocciones que permitan que hable el producto y se acabó.
Dice que discuten mucho porque es muy tozuda con algunas cosas, no me lo puedo creer viendo su sonrisa, pero también lo afirma Roberto, así que algo debe haber. Pero lleva 10 años en la casa y, por lo que dice, no piensa moverse, salimos ganando todos.
Blog escrito escuchando: The School