Hay cosas que asumimos como normales cuando para otros son excepcionales. Por eso cuando sabes ver a través de los ojos de los otros descubres mundos nuevos, como si miraras a través de los ojos de un niño.

Ocurrió hace una semana, ellos eran dos mejicanos dedicados a la cocina y al vino, Benito Molina es un cocinero joven de la nueva ola de cocina mejicana. Junto a su mujer Solange, tienen un restaurante en Ensenada (Manzanilla se llama) donde hacen sus propios vinos y su propio aceite.
Se conocieron ambos trabajando en una bodega así que algo deben saber del tema.

Probamos los vinos de Castillo de Mendoza, entre ellos el Reserva 03 y Evento 04. Nos gusta este último, un vino moderno y muy bien hecho. Pero la cara que pusieron los mejicanos y las veces que volvían al Castillo de Mendoza 03 hacía que nos diéramos cuenta del gran vino que teníamos delante que, a veces, por conocido no le hacemos el caso que se merece.

Este es un vino elegante y muy bien hecho. Es un Rioja clásico en todo su sentido pero está hecho con mucho criterio. Dos parcelas de tempranillo de San Vicente de la Sonsierra le dan el carácter necesario, la fruta justa cuando empieza en boca, no es una bocanada dulzona, está todo medido, porque enseguida empieza un toque de vainilla de la madera (en este caso americana y francesa), sin molestar, al final está bien estructurado y es largo. Con razón le dieron un Bacchus de oro (el 04 también lo ha recibido). El vino perfecto para quedar bien con el cuñado o con el suegro, porque sólo anda por los 10 euros y creerán que has pagado el doble. Eloy Mendoza lo está clavando con su amor por el vino.


Blog escrito escuchando: Airship

Pd.: Lo dicho, descanso un rato. Nos vemos el martes que viene.