Cuando ves un bar repleto a media tarde de señoras con su cocktail de champagne en la mesa sabes que allí se lo pasan bien. El cocktail de champagne es uno de los más populares que existen hechos al modo y manera del barman en cuestión. A veces tiene una pócima escondida en la nevera (Fito parece que saca un secreto de familia), la mezcla con un terrón de azúcar, rellena la copa con un cava discreto y ya está ese cocktail que tan bien sienta porque uno a media tarde “levanta el ánimo” y me imagino que ayuda a sobrellevar la cena.
El CdeC (cocktail de champagne) tal y como lo conocí en su formato más básico es en copa de flauta, azúcar (una cucharadita aunque hoy en día te echan el terrón), unas gotas de angostura, champagne seco, una corteza de naranja y una guinda roja. Punto y final. Digestivo (hay que tener en cuenta que la angostura además de la propia planta lleva manzanilla), dulzón, perfecto para rematar los postres.
Con el tiempo se ha ido sofisticando y ha pasado a ser una copa de media tarde con su toque imprescindible de cointreau, curaÇao rojo o azul, brandy o ron, eso sí, la angostura siempre está presente y la corteza, aunque hay quien le gusta hacer el manitas y va metiendo toda la frutería entera. Los cambios en los gustos han hecho que se introduzca el Brut, pero, además, hoy en día cada barman tiene su CdeC, nadie sigue ninguna receta porque han decidido que su fama reside en el toque de gracia que saben darle, el toque que despierta a sus clientes y que hacen que digan aquello de: “Hace un cocktail de champagne muy rico”. Y, al final, no es más que una especie de ponche rematado con cava porque meten absolutamente de todo para ver si consiguen subir el nivel de alegría lo antes posible.
Como cocktail de bienvenida en una casa no tiene quien lo iguale, después de una copa todos los invitados se hacen amigos y de ahí la reunión sólo puede ir hacia arriba. Probarlo así:
!/4 de alguna bebida fuerte (brandy, ron, tequila, incluso whisky, NO TODOS, uno solo), 1/2 de algún licor de frutas, preferiblemente de naranja y otro cuarto de algún otro licor de hierbas, todo eso se enfría en coctelera con hielos, en una copa de champagne aparte de echa el azúcar y la angostura y se echa la mezcla de la coctelera, se remata con un cava bien bien frío, llegado el punto si se pudiera hacer hielo pilé se pone en la copa antes de echar el cava. A por ellos y a divertirse.
Blog escrito escuchando: Joe Worricker