Se llama Andra Mari, está en la zona de la calle Zabaleta de San Sebastián y lo lleva David Garrancho, pero es nuevo.
Y no hablo del cambio que se ha hecho en el comedor de la parte de arriba, más luminoso y más espacioso, a lo que me refiero es a un capricho personal de David Garrancho que ha convertido en uno de los mejores espacios de la hostelería donostiarra.
Al lado de su local ha montado una pequeña bodega preciosa, una habitación cerrada y con una temperatura constante de 14 grados, perfecta, al lado de esa bodega una mesa para disfrutar con una pareja o con unos amigos, cada uno lo que le apetezca.
El secreto está en que tu pides unos platos básicos, unos platos de cazuela hechos y calientes que te ponen en sus respectivas (cazuelas) para que tu te sirvas como y cuando te apetezca. Además tiene un armario climatizado con anchoas perfectas y algunas latas más (hasta caviar si es lo que te apetece). lo importante es que tu te sirves lo que quieres. Los platos a mano, las copas a mano y todo el vino (de bueno a mejor) que te puede apetecer. Nadie te atiende, nadie te hace caso más que tu mismo y los tuyos. Si quieres copas, las tienes y puedes estar hasta altas horas porque ni molestas a nadie ni nadie te molesta a ti.
Pasan al día siguiente, ven lo que has consumido y te cobran. Suena a sociedad gastronómica pero sería la sociedad de los sibaritas, de los más gastrónomos y de los que mejor saben disfrutar. Creo que es un espacio único, dice David que siempre ha pensado en montar algo así, para que cada uno pueda disfrutar a su aire y de cosas buenas. Evidentemente sólo para amigos y clientes conocidos y el máximo número de personas es de 10. ¿El mínimo? Dos. ¿A qué esperas para celebrar un aniversario? Andra Mari está en la calle Zabaleta 42 de San Sebastián
Blog escrito escuchando: Berlioz – Harold en Italie