Ayer Kino Martínez, secretario de la Asociación de Empresarios de Hostelería local habló en el Parlamento de Vitoria sobre el asunto del fumar que se nos viene encima.
Mi asignatura es el marketing y en el marketing una de las pirmeras lecciones es que no deberías echar la culpa de tu fracaso a unas leyes que afectan a tu negocio. No puedes luchar contra imponderables y lo mejor es sacar provecho de ellos.
Esta ley del tabaco que acaba por llegar a toda la hostelería (será implacable en enero) no dice que esté prohibido fumar, sino que lo está en lugares cerrados, lo que significa que se puede seguir fumando en zonas abiertas. Evidentemente en las terrazas se podrá seguir fumando.
Eso sí traerá algún problema añadido en muchos restaurantes. El hecho de que el fumador sale cuando le apetece es un engorro para el servicio de mesas. Los tiempos están calculados y las cocinas funcionan de una manera concreta. El camarero puede estar sacando un plato caliente a la mesa cuando un par de comensales de la misma se levantan para ir a fumar. ¿Qué se hace entonces?
Y otro caso peor, en el restaurante que tiene una sola entrada (la mayoría) se puede montar una tertulia de cuatro o cinco personas en la puerta y quien vaya a entrar en el restaurante debe atravesar un muro de humo que no le hará mucha gracia y, además, ese humo puede entrar en el restaurante cada vez que se abra la puerta. Y luego están las colillas que quedan en el suelo. Algunos tendrán que montar un espacio concreto para fumadores con su cenicero y su mesita un poco más apartado de la puerta para que no haya problemas. En algunos lugares tendrán que poner un toldo donde antes no lo había (siempre y cuando se lo permitan los munícipes) para amortiguar el ruido que se puede producir y un poco del frío también.
Y aquí están los que salen ganando de este río revuelto, las empresas y vendedores de las famosas setas o champiñones o como quiera que se llamen las estufas para el aire libre. En todas partes se han puesto de moda terrazas con los bichos en cuestión y ahí están los fumadores tan ricamente. En cualquier caso veremos un nuevo formato en muchos locales, veremos gente paseando por los comedores camino a la puerta, veremos nuevas ideas de decoración en la entrada de los sitios. Pero eso sí, disfrutaremos del vino y de la comida sin malos humos (a veces con perfumes y colonias indeseables) o sólo con los olores del camarero que de eso no hemos hablado nunca, pero haberlos haylos.
Blog escrito escuchando: Sara Montiel – Fumando espero…