Cualquiera podría pensar que podría ser el cava, un espumoso italiano o incluso el que se hace en Inglaterra y que está teniendo tanto éxito. Pero no es así.

Incluso se podría llegar a pensar que la mayor competencia debería ser la crisis que por un lado permite menos celebraciones y, por otro, dado el precio de la bebida de la que hablamos, que no hay tanto dinero para tomar una buena copa de champagne. Pero tampoco van por ahí los tiros.

En marketing una de las claves es saber identificar a tus competidores, en primer lugar te permite saber en qué liga juegas y qué armas tienes que utilizar, te enseña a no perder el tiempo ni el dinero contra enemigos que no lo son y te centra en la batalla por el cliente verdadero. Conoces sus pros y contras, sabes por dónde puedes atacar y vencer. En el campo de comunicación se ve a las mil maravillas cómo se desarrolla la batalla. En esto de la identificación del competidor el ejemplo más curioso era el de Harley Davidson cuya competencia eran: las piscinas familiares. Porque esa imagen de familia feliz con piscina, niños y amigos era la de la satisfacción de una vida asentada y sedentaria, lo contrario a la aventura de surcar las carreteras. Decían que había un momento en la vida de un hombre de treinta a cuarenta en el que decidía que imagen tenía de sí mismo y si acababa por ganar la de “piscina Familiar” se acabó la Harley.

La imagen del champagne es la del amor, de la conquista, la seducción, bien pues identifican su competencia y la encuentran en la viagra. Pero no entre nosotros, se ve que los europeos o no lo necesitamos o sigue ganando el juego de la seducción, es en China donde sew produce el problema, precisamente el lugar donde piensan los señores del champagne que habrá el mayor crecimiento en los próximos 15 años, será un super ventas siempre y cuando pueda superar a su competencia.

Les queda un largo camino si ese es su problema, creo que los efectos son diferentes y, además, los chinos tienen un gran problema con la bebida en cuestión, para ellos es una celebración del amor y el poder y tiene que SONAR alto y claro cada vez que se abre una botella y eso es odioso. Eso sí, mientras nos siga quedando a los demás, que hagan lo que quieran.

Blog escrito escuchando: Liam Bailey