Una historia donostiarra para empezar la semana esta de terror. El terror que se debieron llevar los franceses en el champagne al tener que dar como gran vencedor en esa especie de concurso de méritos que se celebró para proclamar al embajador de la bebida y de la zona a un italiano.
Lo mejor del caso es que en segundo lugar se impuso el donostiarra del que esperamos lo mejor en el mundo del vino (¿he dicho ya que ha hecho la primera cosecha de lo que será su vino propio? Eso sí, todo muy biodinámico, así que habrá que esperar para saber cómo va), Dani Corman. Nada más y nada menos que segundo en Europa, que es lo mismo que decir de todo el mundo mundial, en esto del champagne, el que más sabe, el que mejor entiende y el que mejor puede definir. Recordemos que el concurso no sólo se limitaba a catar sin más para distinguir uno malo de uno bueno, sino que, había que acertar casi casi de qué colina provenía la uva y, además, había que hacer una disertación sobre un tema que se daba y, claro, en ese caso el italiano es más musical. Pero muy bien lo debió hacer Dani porque superó incluso al francés que ya se sabe que para lo suyo son muy suyos.
Tener a un experto de champagnes de esa categoría en la misma calle Zabaleta es un acontecimiento, y lo mejor es que sabiendo cómo es que aún está en es emomento en el que recomienda lo que realmente le gusta, no aquello que más beneficios le reporta. Cuando llegue ese día se lo diremos pero hasta entonces no queda más remedio que darle una gran enhorabuena y agradecerle el empeño que está poniendo en esto del mundo del vino.
Blog escrito escuchando: Cole Porter – Who Said Gay Paree