Hoy toca ponerse estupendo. De esos días en que hay que hablar de vinos “desconocidos” de los que hablamos los raros para distinguirnos. En realidad este se puede encontrar fácilmente en internet y su precio es de risa así que merece la pena hacer el esfuerzo por teclear un poco.
El vino se llama Afortunado, un nombre divertido y la etiqueta es tal y como se ve en la foto, una etiqueta brillante para un proyecto diferente. El proyecto pertenece a dos hermanos, Luis y Carlos Barrero, con experiencia en el mundo del vino y los viñedos. Lo mejor que tienen este tipo de proyectos de personas involucradas en el campo es que conocen de primera mano las viñas, hablan con ellas, reciben confidencias y son capaces de hacer un programa rosa entre las filas e hileras de plantas. Y eso sólo puede darnos a los aficionados al vino una gran ventaja: disfrutar de sus creaciones, de sus locuras, de sus hijos.
En base a todo el mundo que conocen estos hermanos Barrero han puesto en marcha el proyecto llamado “Viñedos Singulares”. Van por ahí, como si fueran unos Telmo Rodríguez, Abdón Segovia, wine makers de los que lo hubiera gustado ser a mi amigo Jean Mi, se han fijado en los mejores viñedos que tenían a mano y se han dedicado a hacer vinos de categoría en zonas de prestigio a precios razonables, lo que a la gente le gusta.
Una clara representación de esa filosofía es este 100% verdejo hecho en Santiuste, Segovia que diría que es una representación perfecta de cómo se expresa una verdejo. Si alguien lo quiere saber, aquí esta esa uva de la que se enamoraron los franceses con un montón de frutas blancas en aromas y en el primer trago, es muy fresco y cómodo porque es fácil, incluso tiene toques herbáceos en los extremos de la lengua. El final del vino es lo más interesante porque cuando crees que todo pasa de largo llega un amargor que te llena la boca y le da largura y seriedad al vino.
Blog escrito escuchando: Albert Hammond – Legend