Es hora de recuperarlo porque es rico y sencillo, fácil de hacer hasta en casa: a partes iguales, un aguardiente, licor de cacao y nata, todo mezclado en coctelera con hielo para enfriarlo y mezclarlo, y servido en copa de cocktail (no, no vale ninguna otra copa, ha de ser en copa de cocktail). La decoración es de cada cual, a mí me gustaba con un golpe de nuez moscada, hay quien sustituía la nuez moscada por canela pero no es lo mismo, y como capricho una cereza marrasquino.
Pongo lo del aguardiente dejándolo libre a cada cual. En su época la gente decía de qué lo quería, podía ser un brandy, whisky o ron Alexander, incluso un gin Alexander que es la versión original que apareció en “Recipes for Mixed Drinks” en 1916 escrito por Hugo Ensslin. Por cierto que el nombre auténtico es Alexander porque lo inventó un tal Troy Alexander en un restaurant neyorkino (Rector’s) como final de una cena dedicada a un personaje publicitario que siempre iba de blanco.
¿Qué por qué merece un respeto y un renacimiento? Porque estoy escuchando Mind Games de John Lennon y se sabe que esta era la bebida favorita del genio que, de hecho, la llamaba “mi batido”.
Blog escrito escuchando: John Lennon – Mind Games