Me envían, para dar envidia, lo que para alguno debe ser una comida inolvidable. Yo pongo las fotos sin saber ni dónde es porque no me creo una carta en la que haya estas cosas:
De aperitivo:
De entrada unas cosas de la mar que antes se tiraban:
Luego una verdurita:
Después otra verdura desintoxicante:
Más tarde llega de la mar un bicho:
Y por último unos pececillos:
Todo eso con un solo vino espumoso:
Espero que lo hayan disfrutado. Lo que debe saber quien lo manda es que lo importante no es lo que se come sino con quién se come.
Blog escrito escuchando: Hope Sandoval – Thru the Devil Softly