Pues que se sepa, Jancis Robinson es una de las más grandes especialistas en el mundo del vino y dirige una páginas en internet que son una bibilia del vino (caras, pero biblia al fin y al cabo). Hace unos meses nombró al bueno de Luis Gutierrez como corresponsal suyo en España, que es lo msimo que decir que son sus ojos, su nariz y su paladar por estas tierras y lo que él dice va a misa. Luis y quienes le conocemos sabemos muy bien que no le eligió por guapo así que debe ser por lo que sabe.
Pues bien, en su primer gran artículo sobre cartas de vinos en restaurantes esto es lo que dice de su primera elección:
“Rekondo, en San Sebastián tiene la carta más atractiva del pais. Podría ir a Rekondo y pedir un vino diferente que realmente me apeteciera día tras día durante meses, quizás fueran años. Para mi es la mejor carta de vinos de España y, en lo que a Riojas se refiere, sin lugar a dudas la mejor del mundo, con viejas añadas que llegan hasta el siglo 19, con 20 y 30 añadas diferentes de todas las grandes casas, botellas que ni siquiera existen en las propias bodegas.”
Después de hablar mucho y bien sobre Txomin, continúa:
“La fortaleza de la carta son los miles de vinos de todo el mundo a precios razonables con una especial atención en los Riojas y Burdeos. Nunca he visto nada parecido, y me imagino que solamente bodegas históricas como la de La Tour d’Argent en París se la pueden comparar…
…Los precios se han puesto al día pero aún se mantienen razonables y con muy buenas relaciones y pudiéndose encontrar algunos chollos. Para hacerse una idea en una reciente visita pedimos un Contino del 74, Barca Velha del 82 (Douro), Inglenook Cabernet Sauvignon 1981 de Napa Valley, y un Cousiño Macul Viejas Reserva 1981 de Chile y pagamos 160 euros por todo.”
Añado: Tuve la suerte (junto con otros amigos) de compartir esos mismos vinos con él.
Y hasta aquí puedo leer. El resto del artículo, para quien le interese se encuentra, pagando, en www.jancisrobinson.com.
Lo dicho, tenemos a mano una de las mejores bodegas del mundo en un restaurante donde se come de diez.
Blog escrito escuchando: Antonia Font – Lamparetes