Pero los tiempos cambian que es una barbaridad. Ahora las cosas pasan de otra manera, ahora hay jóvenes empeñados en el respeto, respeto por la familia, por la tierra, por las uvas y por hacer las cosas bien porque piensan que así es como se debe hacer lo auténtico. Y lo mejor para nosotros es que consiguen unos resultados increibles.
Eloi lorenzo fue un médico rural de esos con una vida de novela, más bien de telenovela, y sus biznietos han querido recordarle a través de un vino sacado de las tierras que compró con sus esfuerzos y en la misma casa que construyó para que viviera toda su familia en Arnoia, que vien a ser como un lugar imposible en el interior de Ourense.
Cuidado de la viña, selección detallada cepa a cepa (Treixadura, Lado, Loureira y Torrontés) durante la vendimia, prensa manual, mirar para otro lado mientras trabajan las levaduras que traían las uvas del campo, crianza de tres meses sobre lías, filtrado de la manera más limpia y dejar que las botellas descansen en la bodega. El resultado es un vino que tiene poco que ver con los ribeiros que se hayas podido probar. Ligeramente más goloso, yo diría que incluso más norteño con esa mineralidad que poco a poco nos están descubriendo la verdadera esencia de esa tierra y lo que es capaz de hacer. Una botella azul (la otra botella azul), una etiqueta elegante rematan este vino que en sí mismo es elegante y que es mucho más que un blanco fresquito, es más, recomendaría incluso subirle la temperatura ligeramente para sacarle todo poderío. No es de los más baratos pero está en los 12 euros (Lukas, San Sebastián).