Yo no sé mucho de vino, es más, mi última intención es saber cada vez menos, por eso pruebo cada vez más. Pero de lo que sí estoy seguro es que, por muchas veces que se diga una mentira, nunca será una verdad.
Y hay una frase que repiten mucho los que pretenden que saben de estas cosas: “El vino bueno es el que me gusta.” Y se quedan tan anchos. Si te gusta, te gusta, pero no tiene por qué ser bueno.
Ayer probamos la gama completa de Clos Lentiscus, esa bodega (en realidad la bodega es Can Ramón) que lleva Manel Avinyó junto a su hermano y que hace las cosas con una pasión tal que te cautiva con las primeras palabras y que te demuestra con cada vino que conoce las cepas por su nombre y apellido, pero eso, con ser absolutamente fundamental, no es lo importante ahora mismo, lo importante es que pude probar los vinos con uno de los que más saben de vinos y espumosos de esta comarca, que se llama Dani Corman y que, probando los cavas (sobre todo ese Clos Lentiscus Blanc de Blancs) dijo aquello de “no me gusta este estilo de cavas, busco algo con más acidez, pero reconozco que es un gran vino.
y tiene una burbuja que no se ve normalmente en los cavas.”
Los que saben de estas cosas no dicen “me gusta, es bueno” que gustar, te pueden gustar muchas cosas, incluso te puedes enamorar de cosas que no son buenas y en esto del vino ocurre mucho. Hasta puedes actuar según tu conciencia y estar fuera de la ley.
Que sí, que si te gusta el M&C allá tu, pero seguro que no es bueno.
En twitter: @guiabuenamesa