En esta relación de rosados no podía faltar uno con burbujas, sabiendo lo que me gustan y lo bien que sientan. En este caso uno de mis productores favoritos, Manel Avinyo, un tipo fantástico que cree como nadie en el producto natural, que cree como nadie en que no tiene sentido ni siquiera acercar un paquete de productos químicos al viñedo ni a los vinos. Es más, puedes estar seguro de eso porque en su familia hay una intolerancia por lo que no le permitirían hacerlo.
Así que Manel tiene una finca en el Penedés llamada Can Ramón, al límite de la DO, con 16 hectáreas de viñedos que cuidan los hermanos Avinyo, “somos viticultores ” dicen ellos para dejar claro que es a eso a lo que se dedican, el vino es una consecuencia de su verdadera pasión. Y estando donde están saben hacer cava, un cava único, diferente y muy especial, como lo es Manel, un cava muy sincero.
Este es un Brut Nature hecho de sangrado de la uva que en el Penedés se llama Samsó y que a la derecha y a la izquierda (Zaragoza y Tarragona, según desde donde se mire) se llama Cariñena lo que le da todo el poderío y la fuerza de la una uva tinta que si se sabe cuidar saca muchos matices. Un color elegante y unos sabores a fresas que te llevan directamente al campo si es que alguna vez tomaste unas frses salvajes arrancadas de su planta y directamente a la boca. Pero es que además de la parte divertida del vino está la otra, la más madura y elegante. Muy serio. Y con el nombre más curioso que jamás haya visto en un cava o en un vino, N 41º 15,656” E 1º 45,086” son las coordenadas que metes en un GPS y que te llevan directamente a la parcela donde está el viñedo de donde sale este cava.
Se nota que no hacen otra cosa que beber cava y que les gusta.