La pregunta es si merece la pnea, si se debe hacer algo así, si una marca tiene que meterse en ese mundo. Lanson, una marca de gran prestigio aunque por aquí no se conozca mucho, ha lanzado un champagne con un alto grado de licor de expedición (hasta un 35%) para que se mezcle con un twist de limón.

Desde siempre ha existido el cocktail de champagne y parece que es una costumbre que se ha ido perdiendo, puede que sea por culpa de quienes se dedican a hacer estos cocktails que son de la opinión de poner la peor bebida que encuentran a mano, total para mezlcarlo con cualquier potinge. Así que las empresas de champagne, que han empezado a notar los desvaríos de la crisis se dedican a sacar bebidas mediocres a precios mediocres para ver si la gente se anima a consumir las burbujas de otras maneras. Lo hizo la innombrable el año pasado con una bebida que se podía y debía mezclar con hielo y ahora Lanson se lanza con esto.

Yo no tengo problemas, hace poco estuve con un comensal que me preguntó si podía mezclar el champagne con un chorrito de tinto ¿y por qué no? al fin y al cabo las casas de champagne lo han estado haciendo toda la vida para inventarse el rosado, así que no tengo problemas con eso en sí mismo. El problema empieza cuando se utilizan porquerías en esas mezclas. Yo soy de los que pienso que para que alguien se acostumbre a tomar champagne hay que empezar, por lo menos, con algo decente para que nadie sufra una decepción.

Sin más, quería advertirlo. Por cierto que un buen cocktail de champagne debe llevar un producto de calidad porque, en realidad, el auténtico sólo lleva un terrón de azúcar con unas gotas de angostura una tira de piel de naranja y una tira de piel de limón.

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