Así que es una de esas noches locas, pero locas locas de verdad, son las cuatro o cinco de la mañana y no te enteras ni de dónde estás, y ¿qué es lo que más te apetece? “Una hamburguesa”, piensas, y suena el timbre del ERROR.
Puede que la hamburguesa es lo que más a mano esté e incluso tanta fritanga huela bien, pero no es lo más aconsejable porque te encuentras con una grasa difícil de digerir y la grasa más todo el alcohol que llevas en el cuerpo te da una combinación letal que te llevará irremediablemente al baño a hacer el ridículo. La hamburguesa está bien al principio de la noche porque te hace esa especie de cama para que puedas defenderte durante un par de copas. Lo demás, olvídalo.
Lo traigo de una página que lo ha experimentado.
¿Te puede apetecer un trozo de pizza? que también se encuentra entre la selección de algunos vendings de las 5 de la madrugada: ERROR. Mejor un bocata de queso fundido. Controlas mejor la combinación de grasas, hidratos y proteinas.
Las socorridas patatas fritas de La Napo (aquí el post de Ane Fano en The Glutton Club sobre el tema) aunque siempre apetecibles, también un error. Necesitas potasio pero no tienes plátanos a mano (y seamos sinceros, ni apetece y, seguramente, harías el ridículo comiéndote un plátano en ese estado) así que la recomendación es una patata cocida, como si fuera sencillo. Lo básico es que intentes alejarte de las patatas fritas aunque ya sé que es imposible.
Llegas a casa y te apetece una guarrada sencilla (porque no estás para cocinar, lo dejárás todo perdido y puedes quemar la casa) así que abre el cajón de las cajas de cereales y échate un buen puñado, verás algo de fruta así que échate esos trozos. Abrete una lata de sardinas que con pan te resucitarán. Un buen sorbete de limón (¿con cava?) te sentaría bien.
Y nunca te olvides de MUCHA AGUA, aunque te apetezca poco o nada. Hazlo como si fuera un reto al estilo de: “¿A que no hay huevos?” Y verás como lo consigues.
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