Una de las cosas que más me gusta del mundo de los vinos es “descubrir” novedades. Vinos menos conocidos que no sólo te sorprenden por encontrarte con un nombre diferente, sino porque tienen poco que ver con lo que te imaginabas.
Así que recorres el lineal de tu tienda habitual (Lukas Donosti) y ves cantidad de botellas que ya conoces, cantidad de botellas que ya has probado pero te salta a la vista el nombre de un vino: Aquitania. Lo coges en la mano y ves que es un albariño, de la zona de Cambados, así que ya esperas lo que te vas a encontrar en la botella. Pero te salta a la vista un pequeño detalle, los vinos blancos que están en la estantería dicen 2012 y más aún si son albariños, porque se supone que esos blancos se toman frescos, del año, y nadie en su sano juicio compra vinos más viejos. Pero este salta a la vista porque dice 2009 y su precio está por debajo de los 10 euros. Y yo no me puedo resistir porque sé que si es un vino que está bien hecho estará de locura, estará fuera de serie.
Hace algunos años que vengo diciendo que se disfruta más de un buen albariño si es antiguo, de hecho en algunos restaurantes les pido la botella más antigua que tengan, que se les haya quedado olvidada, para poder tomar un vino hecho y decente. Lo que pasa es que entre productores que quieren venderlo todo ya, y los consumidores que se empeñan en la frescura ácida, no es fácil encontrarte con estas joyas.
Y aquí está la mejor oportunidad para poder probar de qué estoy hablando. Aquitania es una bodega nueva y con gente joven respetuosa con el medio ambiente y los viñedos, lógicamente hacen un vino en consonancia, un vino serio y bien hecho con viñas lo suficientemente mayores como para dar este pedazo de vino. ¿Qué tienen estos vinos que no tengan los jóvenes? Como todo en la vida, la experiencia en la botella les ha dado paciencia y se saborea mejor, es más meloso, más profundo, ha perdido la energía, la inmediatez y ha ganado en frutas más maduras y en toques amielados lo que hace que entre mejor y se disfrute mucho más. Como todos los buenos albariños, al fin y al cabo dicen que es una uva que trajeron los monjes del norte y en la zona de Cambados, en sus altos, el tiempo no puede ser muy diferente a los del norte de Europa, y si esos duran años en la botella sin ninguna crianza en madera, ¿por qué se supone que esto debe ser diferente? No se olvide: Aquitania 2009 es un vino para tomarse en serio.
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