Blake Grey es un especialista en vinos, especializado, además, en sakes. Y a él le corresponde algunos de los artículos de estos 10 mandamientos y como están bien he pensado que los voy a transmitir entre los fieles para que esta religión tenga su fundamento. He cambiado alguno de sus preceptos para que me encaje mejor y porque creo que se olvidaba de algunas cosas importante.
En cualquier caso ahí van para que se mantengan escritas en una tabla:
1.- Utiliza un vaso mezclador o una coctelera en cada caso. El vaso mezclador es sencillo porque se puede encontrar una jarra decente (cuanto más alargada mejor) o se puede improvisar con un vaso grande. Si no se tiene una coctelera y no se quiere comprar se puede improvisar con dos vasos, uno metido en el otro (como en la foto). Pero lo mejor es pedirles a los reyes una de las dos cosas, no son caras y dan muchas satisfacciones. A quien le guste revuelto, con coctelera, al que le guste removido en vaso mezclador.
2.- El peor de tus ingredientes te dará el nivel de tu cocktail. No pienses que porque se mezclan nadie se dará cuenta de que la ginebra que usaste es de garrafa, se nota y mucho. Recuerda siempre el principio de que la calidad de tu cocktail la marca el peor de tus ingredientes.
3.- Los limones que sean lo más frescos posible. Seamos realistas, el toque de limón es fundamental, o bien aparece como ingrediente en plan zumo o bien lo vas a necesitar para hacer un “twist” con la piel y aquí es donde la cagas. Has usado todo lo mejor y has comprado unos limones rancios (se notan enseguida, te lo llevas a la nariz antes de meterlos en el carro y lo sabes). Te has cargaso el cocktail.
4.- Utiliza siempre un medidor. A menos que ya te hayas acostumbrado como un profesional no hagas las mezclas a ojo, las medidas se inventaron para algo y en cocktelería usar un medidor no es un descrédito, ni siquiera para un coctelero. Para algo se ponen los ingredientes y sus medidas de una manera clara en todos los libros de coctelería.
5.- Mucho hielo en la coctelera o en el vaso mezclador, pero nunca en la copa si no lo pide la receta directamente.
6.- Y ya que estamos con el hielo, no seas un aguafiestas, utiliza hielos sólo de calidad, los que venden en las gasolineras o en los supermercados para copas, los que sacas de tu congelador, por muy buenos que sean, acabarán por aguar el cocktail. Ni lo intentes.
7.- Empieza con los básicos y clásicos, no intentes hacer un Dry Martini a la primera, aunque lo parezca no es fácil. Empieza con los que llevan vermouth porque son los más agradecidos, por ejemplo el Negroni (que no necesita vaso mezclador ni coctelera) o el Manhattan.
8.- Vermouth rojo, siempre vermouth rojo a mano porque es el ingrediente más agradecido y con el tiempo verás que cada vermouth tiene su cocktail porque no todos son iguales.
9.- Campari, siempre Campari, porque el toque amargo es muy importante en la mayoría de los cocktails y puedes jugar a ser un coctelero siempre que sepas añadir el toque amargo a tus mezclas.
10.- Para rematar un cocktail compra un bote de cerezas de marraschino. Es un placer y te querrán para toda la vida. Es una inversión pero siempre merece la pena, o bien dentro del cocktail para que se tome al final o bien al borde de la copa. Por cierto, olvídate de los paraguas y demás aditamentos que no se comen, en el cocktail sólo aquello que se puede llevar a la boca.
A divertirse con el cocktail.
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