Es que no hace falta más. Cuando veo que los mediocres se hacen pasar por grandes sólo porque hacen malabarismos con un montón de productos y buscan la manera de enrevesar un plato con un montón de ingredientes me empiezo a cansar. Yuxtaposición de ingredientes no es un plato importante, por muy caros que sean los ingredientes y el plato montado como una pirámide no es el símbolo de la excelencia.
El concepto es lo importante, la base, lo que queda en la memoria cuando te levantas de la mesa, los fuegos artificiales, nos guste o no, se los lleva el viento, lo que queda es el espíritu, lo que nos ha impactado.
Ejemplos:
Los guisantes te los pueden poner de muchas maneras, unas sin más, otras sin menos.
Guisantes, el huevo, cebolleta y un poco de grasa crujiente para darle una gracia. Ya está, no hace falta más. Incluso el huevo escondido para que te lo encuentres en el juego.
Otro:
El bogavante perfecto, cocción de 10, sabor extraordinario, presentado sin más y para darle carácter al plato una cereza encurtida ¿encurtida? Sí, encurtida, para dar un toque ligero de vinagre, la acidez, que te levante las conexiones del cerebro.
Otro:
Todos nuevos platos de Rubén Trincado en el Mirador de Ulía. ¿Quién dijo que hacer una gran cocina era difícil? Sólo hace falta un poco de dedicación y un toque de genialidad.
En twitter: @guiabuenamesa