Escuchas una canción y tienes unas irresistibles ganas de bailar en una verbena, debe ser el verano. Salen cuatro rayos de sol y lo primero que se escucha es “vamos a una terraza”. Es el verano.
Esta recomendación no es muy habitual porque no está en las grandes guías pero tiene sus peculiaridades.
Se trata del Asador Txomin en el barrio de Loyola. tiene una terraza muy agradable donde se está muy bien en los días de calor. Rodeado de árboles, plantas y las brasa que está a la vista.
Pero vamos a lo que vamos, comida, género, servicio y vinos.
Esto va en serio: las croquetas probablemente sean las mejores que se puedan probar en un restaurante en San Sebastián. Son muy especiales y casi únicas. Croquetas de jamón con todo su sabor y tan ligeras que uno no sabe ni cómo le dan la forma.
Hay más cosas de primero, tostas y género de temporada pero es que las croquetas destacan sobre todo lo demás.
Del asador yo destacaría los pescados y sobre todo porque son de una calidad sobresaliente. Lo que sí recomendaría es estar muy detrás de Félix para que no se pase el punto de asado. Está a más cosas y luego pasa lo que pasa.
El servicio es familiar, muy familiar y atento y como la terraza se controla con una sola mirada enseguida te atienden.
Los vinos son un caso aparte. Sorprende que en un Asador en un barrio se pueda tener una bodega tan impactante. En blancos va desde cosas sencillas hasta un José Pariente fermentado en barrica muy difícil de encontrar (que levanten la mano los restaurantes de alto copete que tengan este vino) o un Chivite de Colección. En tintos tiene una gama bastante amplia que puede acabar en Rodas, Marías o Cirsion.
El autobús para justo delante de la puerta y el tren al otro lado de la carretera. ¿qué más se puede pedir para una Semana Grande si alguien quiere salir del bullicio?