Aviso que esto habla de un chef japonés, pero donde dice japonés podría decir…
Y no digo que la gente no tenga derecho a quejarse, que lo tiene, pero anda que algunas quejas parece que las carga el diablo.
Ahora va el chef japonés, Yosihiro Murata, que tiene tres estrellas Michelín y se queja de que Japón está perdiendo su esencia y cultura gastronómica por culpa de las cadenas de Fast Food americanas y otras. Concretamente su queja es que “la cocina tradicional se está perdiendo porque se ve polucionada por la invasión de cadenas que alimentan a los jóvenes con hamburguesas, espagetis y curry.”
Por lo que se ve en Japón los restauradores tienen la misma técnica de marketing que los de otras partes del mundo, la de la queja.
Sr. Murata, y que conste que no es personal, pero póngase las pilas, déjeme que le diga una cosa que quizás no sepa, pero es que los jóvenes ejercen su libertad y eligen comer algo que les apetece, eligen gastarse su dinero en aquello que más les satisface y hoy, por lo que parece, es la comida de cadenas americanas. Quizás el problema resida en que los viejos hosteleros y cocineros no hayan sabido atraer a los jóvenes con una oferta más atractiva. En este mundo, mientras se pueda, se presenta una oferta y el consumidor escoge lo que quiere.
Es así de sencillo. Quizás hayan aburrido a los jóvenes, quizás les hayan asustado o quizás, simplemente, son jóvenes y les apetece probar otras cosas, por cierto anímese y piense que son muchos los caminos que llevan a la auténtica comida y a la cocina tradicional, puede que esos jóvenes algún día se aburran de los pollos fritos y vuelvan a lo tradicional y, con suerte, cuando lo hagan tengan más dinero y se lo gasten en su restaurante.
Además, Sr. Mutrata, ¿qué sería de la cocina japonesa sin la influencia extranjera? Esa sopa, esos fritos…
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