Una nota rápida para anunciar que el Bodegón Donostiarra, el de toda la vida, el de la calle Peña y Goñi de Gros ya ha abierto después del cambio de propietarios y los arreglos algunos necesarios, otros prescindibles (como siempre ocurre en estos casos).

Parecía que una parte de la ciudad se había quedado huérfana sin este local. Ahora ya tienen a donde volver. Los nuevos han hecho lo más inteligente (o eso creo yo) que es seguir con lo que estaba. Por supuesto que habrá quien diga que ya no es igual, que no es lo mismo, que el de antes estaba mejor, pero quitando las yemas, todo lo demás es igual. No han querido hacer una inauguración a todo trapo por aquello de mantener las formas y por ir rodando.

A disfrutar.