Algunos creían que iban a tener el dinero escondido de por vida.

Pues aquí se presenta la oportunidad de poder sacarlo de debajo de la cama: La Tour D’Argent, el famoso restaurante parisino saca a subasta una serie de joyas de su colección para intentar levantar nada menos que un millón de eurillos para lo que ellos llaman “renovación e inversión”. En una palabra, que la crisis llega a todos, grandes y peqeuños, lo que pasa es que algunos tienen un colchón para levantar un dinero cuando hace falta.

En este caso habrá botellas de cognacs de antes de la revolución francesa, algún magnum de Petrus del 83 o incluso algún oporto del 19, en total serán 18000 botellas que saldrán a subasta entre los 3000 euros y, para que haya un espacio para todos, los 10 o 15 euros.

Lo que sí se asegura es que todas las botellas serán de la bodega, elegidas personalmente por David Ridgeway, sommelier del restaurante desde hace ya 28 años y que, después de pasearse por una bodega a reventar, después de haber visto descender el consumo de vino (tanto por legislación, como por salud como por la ecuación lógica de: “a menos clientes, menos consumo de vinos”) ha decidido sacarlos a la venta.

El restaurante abrió en 1582 y sólo conserva una estrella de las tres que tuvo a principios de los 90. Cerró durante la revolución francesa y tuvieron que tapiar la zona de las botellas para que nos las encontraran los alemanes que ocuparon París durante la la segunda guerra mundial. Lo cierto es que sigue siendo un lugar de lujo, encuentro y distinción en París.

Está claro que estando Europa como está, esperan que los grandes compradores lleguen de China y Russia y, por supuesto, que se beban los vinos que se vendan, “para eso están” dice Ridgeway, “prefiero que la gente los disfrute antes de que los colecciones.”

Estoy de acuerdo, y estoy dispuesto a disfrutar y hacerme amigo si hay alguien allí fuera dispuesto a ir a la subasta.

Blog escrito escuchando: Mala Rodríguez – Lujo Ibérico