Lo dice el portal guiadelabuenamesa.es y la noticia es bastante importante: una plaga está amenzando los viñedos de Burdeos.
Parece mentira porque se supone que ya se habían encontrado todas la soluciones posibles a las plagas agrícolas, sobre todo en lo que se refiere a este negocio multimillonario como lo es el del vino.

Les llegó el oidium (1850), les llegó la phyloxera (1863) y ambas enfermedades supusieron la explosión comercial de los vinos riojanos, pero ya se conocen las soluciones a esos problemas.
Ahora llega esta Flavescence Doree que porta un insecto que salta de planta en planta destruyendo las hojas y volviéndolas amarillas. Por el momento la única solución que se conoce es arrancar la planta enferma y vigilar muy de cerca las de los alrededores.

Con las otras plagas hubo consecuencias muy importantes, la peor fue el aumento del precio del vino de la época, de aquellas lluvias vienen estos lodos, quizás el vino no sería tan caro si no hubiese sido por aquello, quien sabe. Lo que está claro es que con tanta legislación y tanta vigilancia de las Denominaciones de Origen hoy en día no se podría hacer nada de lo que se hizo entonces, hoy en día me temo que lo único que se podrá hacer es esperar que todo siga su curso y que se encuentre una solución al problema que se les viene encima a los franceses, y que el insecto de marras no pueda dar saltitos hasta la Rioja.

Blog escrito escuchando: Jimi Hendrix – Electric Ladyland