Parece mentira que lo único que ha quedado de un congreso gastronómico dedicado a Japón haya sido este restaurante japonés regentado por chinos.
Es de agradecer que en tiempos de crisis alguien se dedique a hacer inversiones y al menos nos mantenga la curiosidad con restaurantes nuevos. Además, en sentido estricto este sería el primer restaurante japonés de San Sebastián, (por supuesto está esa joya que es el restaurante Txubillo pero que tiene sus limitaciones, por cierto ¿dónde estaban Akari y Hitoshi durante el Congreso?), está en el Centro de la ciudad donde antes estuvo Tappelia que pasó a mejor vida.
Los otros restaurantes con sushi, sashimi y témpura son de esa nueva generación de asiáticos donde todo vale, este dice que es japonés y la carta intenta mantener la dignidad en lo que puede. Por supuesto hay lo de siempre, también tiene todo estilo de yakitoris y hay sopas e incluso udon.
Tiene un tenpanyaki, que es esa plancha en la que el cocinero te hace verduras, pescados y carne en directo con algo de teatro y en la que, si la materia prima no es de calidad, acaba sabiendo todo a lo mismo, (por cierto que es un invento americano que adoptaron los japoneses y ahora exportan como propio), decía que la plancha es lo suficientemente amplia como para sentar a unos doce comensales y el cocinero al mando parece japonés.
Pues eso, si vas por el desierto durante tres días sin haber bebido una gota de agua y te encuentras con un pozo de agua estancada acabarás bebiéndola.
¿Carta de vinos? Con la fácil que debería ser tener tres o cuatro cosas básicas reocnocibles.
Blog escrito escuchando: Puffy Ami Yumi – Spike