Hace poco conocí a unos jóvenes viticultores, “ecologistas” decían, aclaraban que no eran biodinámicos, pero “ecologistas”, y una de las botellas de su bodega era de las de kilo. No es lo que vale ni lo que cuesta, sino lo que pesa la botella en cuestión. Y ante un comentario mío lo único que se les ocurrió fue “hasta que el mercado no se ponga las pilas nosotros tenemos que seguir esa tendencia.”
A principios de los 90 entraron las botellas italianas que, supuestamente, daban categoría a lo que iba dentro. Si la botella pesaba alrededor de un kilo parecía que el vino era bueno. También se podía cobrar más porque parecía que merecía la pena pagar por una botella así. Había quien lo utilizaba como argumento de venta en los restaurantes: el cliente iba echando vino y daba la impresión (por el peso) de que nunca se vaciaba la botella, para cuando llegaba el segundo plato ya tenían que pedir otra botella. En una ocasión me encontré con el director comercial de una bodega que me llegó a decir “y pondremos una botella de dos kilos” como si eso fuera a mejorar el vino.
Siempre copiamos lo peor, lo más imbécil. Nos metimos en esa rueda y no hubo manera de salir.
Nadie se daba cuenta de lo que parece que preocupa ahora mismo: botella más pesada significa más materia prima para hacerla, también significa más energía para fabricarla y con los millones de botellas que se fabrican el ahorro podría ser muy alto. Y lo peor, más CO2 para trasladarla.. Una caja de 6 botellas de 800 gramos son 4,8 kilos por caja, digamos que vayan 100 cajas en un camión, eso hace un total de 480 kilos, la mitad serían, pues eso, la mitad. ¿Sabe alguien la cantidad de CO2 que nos podríamos ahorrar en el caso de poner sencillas botellas de 400 gramos? Y el vino sería el mismo. Yo les pondría una mochila llena de sus botellas para que supieran lo que es cargar con ese peso.
Es muy fácil: a Clos Mogador no le ha hecho falta poner sus vinos en botellas pesadas para decir que es uno de los mejores vinos de España y si es por eso a ningún gran vino francés lo verás metido en esos pesos.
Que no se puede ser ecologista en las viñas para intentar venderte el vino en una botella de a kilo. No tiene sentido.
Blog escrito escuchando: Randy Newman – BSO Ragtime
