Recuerdo los primeros Ruedas que probé en los primeros 90, tan ácidos, tan imposibles que buscaron como mejor solución permitir la sauvignon blanc para ver si podían mejorar la entrada en el mercado de esta DO.
El tiempo y el buen hacer de un montón de jóvenes que siempre han creído en la zona nos han dado unos vinos llenos de personalidad y han sacado todo el carácter frutal de una uva de siempre y ha demostrado que, junto a la viura (macabeo), es el poderío de los blancos españoles sin tonterías ni necesidades extrañas. La verdejo ha triunfado y lo ha hecho a solas.

Es el caso de Naiades de Bodegas Naia, un vino muy especial porque esta´hecho con uvas de viñas prefiloxéricas y 8 meses de barrica. Estos vinos de barrica me gustan porque se ve un trabajo serio detrás, un trabajo que empieza por utilizar una uva que se expresa por sí misma y lo que hace la madera es estirar y domar todas las características de la uva, como si le dieran forma y elegancia. Y así los cítricos no tienen asperezas, los ahumados finales no te anulan el paladar, es un vino que te llena la boca sin estridencias muy bien compensado.

Y encima hay un aire mineral que te invade de principio a fin que es, seguramente, la manera más contundente que tiene la tierra de expresarse. Este vino que dice 06 podría beberse dentro de 5 años y el vino sería diferente, pero la mineralidad se conservaría. La mayor esperanza que nos queda es que esa expresión se mantenga en todos los Naiades que haga la bodega, que sea el sello de este vino para que su nombre se convierta en grande. Precio aprox. 20 euros (Super Amara).

Blog escrito escuchando: Sir Roland Hanna – Everything I Love