No es ninguna novedad. Antes eran cazuelitas, ahora son platos sin grandes pretensiones, normalmente cosas sencillas que se sirven en barra. En alguno sitios hay un propietario con ganas de hacer las cosas bien, compra un buen producto, la cocina cuida que todo salga bien y la satisfacción es el doble. El sistema es el mismo, se pide en barra lo que puedes pedir en una mesa pero hay una gran diferencia, la actitud más distendida. No hace falta sentarte a comer dos platos y postre, el vino lo puedes pedir por copas (en algunos sitios mejor que en otros), puedes compartir sin que te miren mal, al fin y al cabo estás en una barra y no tienes que reservar, lo que significa que según te entra el capricho, vas a la barra y vas pidiendo lo que te apetece. Si encuentras sitio te sientas. Y puedo asegurar que es más económico.

Me gustaría recomendar algunos platos concretos en algunos sitios. Ya digo, nada nuevo, simplemente un pequeño homenaje a esos bares que mantienen con orgullo este sistema de dar de comer al hambriento.

Empezamos por la merluza del Bar Antonio (Bergara, 3, San Sebastián). La merluza rebozada es un clásico de muchos de estos locales. Lo importante es que el producto sea lo mejor posible. En segundo lugar viene el aceite en el que se fríe. La merluza, sosa como lo es ella, tiene la habilidad de recoger todo lo que se le viene encima y un aceite usado durante todo el día transmite a la pieza los intensos sabores de aceite reutilizado, por lo que debe ser un aceite limpio y, a poder ser, nuevo. El huevo muy ligero, una fina capa, un sí es, no es. Y la fritura la justa, de manera que el interior esté casi crudo, al menos que esté muy jugoso.

Tan sencillo pero tan difícil de encontrar, por eso este del Bar Antonio está tan bien, porque es todo lo descrito más arriba. Sin tonterías y sin tapujos. Y afortunadamente ahora tienen un Columela para la barra lo que permite saber qué pedir para beber. Un pinchito de entrada, un plato de merluza para compartir, queso y dos copas de vino blanco en torno a los 20 euros.

Blog escrito escuchando: Cecilia Bartoli – Heroines