El mojito en cuestión tiene la friolera de 159 calorías con 15 gramos de azúcar por bebida y 16 grados de alcohol. Digamos que está más o menos en mitad de la tabla. Le superan el Cuba Libre con 162 calorías (11 de azúcar y 19 grados), el Destornillador (vodka con zumo de naranja) que alcanza los 165 calorías, la Piña Colada con 174, el Cosmopolitan con 198 y el famoso Long Island Iced Tea que sirven, afortunadamente aguado, en tantos restaurantes americanos que tiene, nada más y nada menos, que 274 calorías y 28 grados de alcohol.
Por abajo nos encontramos con el Dry Martini, con la ventaja de que no tiene ni un gramo de alcohol, el Gin Fizz un clásico con 141 calorías, el Margarita tiene 139 calorías, un Bloody Mary con vodka su buena ración de 123 y, por fin, el cocktail que menos calorías lleva es el Mimosa, champagne con zumo de naranja (agua de Valencia cuando es con cava pero nadie me negará que el nombre tiene muy poco galmour) con sólo 85 calorías. Como si nada.
Ahora que lo pienso tampoco es para tanto, sustituyes el postre por un cocktail y ya está, además, seguro que es mucho más divertido.
Blog escrito escuchando: Thelonius Monk – The Music of Duke Ellington