Se acaba de poner en marcha esta misma semana la ley que obliga a todos los restaurantes de la gran manzana a exhibir públicamente en la puerta de entrada del local la letra que les asigna el departamento de sanidad del municipio.
Una clasificación sencilla y clara que consiste en una A mayúscula en azul para los que tienen menos de 13 puntos en la calificación, una B en verde para aquellos de menos 27 puntos y una C en amarillo a partir de los 28.
La puntuación neyorkina se basa en todos los hechos más razonables de un restaurante, siendo los más graves los efectos bacteriológicos de no mantener la cadena del frío, o no cocinar a la temperatura adecuada o la suciedad en la zona de trabajo que pueden contabilizar hasta 7 puntos por cada infracción, encontrar cucarachas y ratas (la ley especifica que estén vivas y en la cocina) o moscas en pleno invierno que puede llevar 5 puntos o la suciedad, no lavar bien los utensilios de cocina o no tener señales claras para que los empleados se laven las manos después de hacer un pis pueden estar valorados en 2 puntos.
Para las autoridades debe quedar claro que un restaurante con una C es una desgracia para la ciudad de Nueva York, la gente no debería ir a esos locales por miedo a intoxicarse. En resumidas cuentas, su obsesión es que la gente elija entre los restaurantes de categoría A y B que deberán ser los más seguros.
Por supuesto que los propietarios de los restaurantes creen que es una ley absurda y que irá en contra de sus negocios, estando un local junto a otro el comensal siempre preferirá el de la letra A antes que uno con la letra B. Creen que cerrarán miles de locales.
Pasará lo de siempre, las letras, como las puntuaciones o las estrellas servirán para elevar los precios y, por otro lado, habrá quien piense que tampoco pasa nada por un poco de “esencia” en la cocina. Si llevas toda la vida comiendo en un restaurante y, de repente le colocan la C, ¿dejarías de ir? El bueno de Anthony Bourdain, cocinero mediático convertido en crítico defensor de la buena cocina y mamporrero de la mala cocina dijo de un restaurante Thai de Los Angeles que tenía una letra C: “Un poco de suciedad honesta nunca ha sido un impedimento para una gran cocina.”
Aquí la página web para consultar la letra de cada restaurante.Blog escrito escuchando: Billy Joel – New York State of Mind