Hay mucho vino por el mundo, muchas bodegas, muchas marcas, y en la Rioja más. Cuando ya crees que conoces al menos a los más antiguos, a los más conocidos o a los más grandes, siempre te encuentras con una sorpresa en la siguiente curva.
Lo mejor del mundo del vino es que se cumple a rajatabla el concepto que cuanto más crees saber, menos sabes, cuanto más vas conociendo te das cuenta de que sabes muy poco, y eso está bien porque es una cura de humildad a diario.
Así que me encuentro con Ruiz de Viñaspre mientras paseo por Laguardia y en plena ignorancia piensas que es “otra bodega nueva” de unos agricultores que antes vendían sus uvas o su vino a otras bodegas y que ahora han decidido hacer su propia marca y es cuando te dan ¡zas! en toda la boca para ver si te enteras porque lees que es una bodega centenaria con 30 ha. y capacidad para 1.000.000 de litros, así como para empezar.
Este vendimia seleccionada es un vino moderno pero sin la contundencia de otros de su estilo, más fácil en su paso por boca porque es más elegante y está bien estructurado. En nariz tiene los característicos torrefactos y un chocolate muy curioso, al rato largo te encuentras con frutas rojas. Es un vino fácil con los que puedes comer tranquilamente sin que te empalague y, además, adecuado para quienes quieren introducirse en el mundo de los vinos modernos.
Me puedo imaginar los vinos más clásicos de esta bodega porque se ve que hay un trabajo serio que ha pasado de abuelos a nietos. Una bodega y un vino para tener en cuenta. Por cierto, es la primera bodega riojana en hacer un vino kosher.
Blog escrito escuchando: Wesell Anderson – The Ways of Warmdaddy