Porque en casa no me dejan decir de c…, que por cierto, los americanos usan con mucha naturalidad la palabra y nosotros tan fisnos.
El caso es que recetas a base de criadillas, testículos, “huevos” de cordero hasta toro, las hay de todos los estilos y en todas las épocas, y en todos los lugares del mundo donde había que comérselo todo para alimentarse, además de la superstición, que pudiera ser cierta, de quedarse con todo el valor del enemigo si te las comías.
Así que en Serbia se han atribuido el concurso de los concursos (Concurso Mundial lo llaman ellos) de estos “riñones blancos” y los hacen de todo tipo de animal (de jabali a avestruz pasando por el de kanguro que parece que tiene mucho éxito) y en todos los estilos posibles, claro que lo más popular, como se ve en el vídeo, debe ser en plan cazuela con un montón de verduras y a las brasas para que se vaya haciendo lentamente, no veo a nadie con la clásica receta de criadillas rebozadas y fritas que seguro que no tendría rival.