Momento único: una botella de Montico en la terraza de Marqués de Riscal.
Este (y no otro) es el olivo rodeado de viñedos. No podía ser otro olivo más que el de Contino, visita inolvidable con Jesús Madrazo.
Los patorrillos, siempre nos quedarán los patorrillos. Esta vez en Marixa. Para chuparse los dedos. (Nunca entenderé por qué siguen dando las toallitas con pestazo a limón).
Las comportas preparadas para la vendimia en Viña Tondonia. La única bodega que sigue recogiendo la uva con este método del bisabuelo. Las comportas las fabrican ellos porque nadie más las hace. Ahora incluso las venden como objeto decorativo (mesa de apoyo).
Donde empezó todo este verano: Jotas en el Europa en San Fermines. No podía ser de otra manera.
Blog escrito escuchando: Gong – Camembert Electrique