Lo de adelgazar sale caro
Les dicen a los que nos metemos a esta sana tarea de adelgazar (y lo seguimos haciendo) que el vino ni tocarlo. Como mucho, mucho, una copa a la semana.
Bien, pero por un lado yo me he encontrado con una dieta que te permite un par de copas al día, pero es que, además, ¿cómo se puede dejar el vino si es beneficioso para la salud de las personas humanas?
Estamos de acuerdo que el vino produce sienta bien, ya se ha dicho (y lo que aún se dirá) mucho y bueno sobre el reseveratrol ese que reduce las enfermedades cardiovasculares, que si ciertos cánceres, que si diabetes, que si memoria y todo lo demás que se puede encontrar en cantidad de sitios oficiales. También es cierto que otros frutos llevan el reseveratrol ese como los cachuetes o algunos frutos rojos, pero seamos sinceros, unos cuantos cacahuetes después de trabajar no desestresan ni tranquilizan y si nos reunimos unos amigos en torno a un bol de moras como que no es lo mismo y con la comida no va ni lo uno ni lo otro.
Pero resulta que nos queda del vino la peor parte, ese alcohol que no hace otra cosa más que engordar, que un gramo de carbos o de proteínas contiene 4 calorías y un gramo de alcohol 7.
Y, claro, cuanto más alcohol en un vino, más engorde. Esos vinos modernos, de autor, de tanta concentración ese Bierzo rico, no son más que métodos de engorde animal.
Allá va una tabla de calorías por grados de alcohol del vino, digamos que por copa “normal” de bar, de esos de los que salen 7 por botella:
8 = 128
9 = 144
10 = 160
11 = 166
12 = 192
12.5 = 200
13 = 208
13.5 = 116
14 = 124
15 = 240
Está claro, lo de adelgazar es caro carísimo, porque si me permito ese par de copas me tengo que ir a esos rieslings ricos, antiguos riojas (que, por supuesto no hay otro sitio para tomarlos que Rekondo), esos borgoñas maravillosos y, por supuesto, el champagne.
Si ya lo digo, cuanto más conozco mi cuerpo, más le quiero a mi champagne, el reseveratrol me lo tendré que tomar con unos cacahuetes.
Blog escrito escuchando Anneliese Rotherberger – Champagner Opperetta