La leyenda dice que este es el último plato (hongos con huevo de caserío que me comí yo) que hizo Iñigo Peña en el Narru. El pasado domingo 17 de octubre, ese restaurante de San Sebastián, que llevaba 3 años abierto, cerró su puerta.

Una maravillosa historia que nos ha tocado vivir a todos durante estos pocos años, los suficientes para haber conocido a ese gran cocinero que se llama Iñigo Peña y que lo seguirá siendo por los restos porque conoce el oficio desde las entrañas y ahora sabe lo suficiente para triunfar. ¿Se convertirá en una leyenda como lo fue, en su día, el Iñude que abrió Xabier Gutierrez y que también cerró porque nadie entendió entonces una cocina que hoy triunfa? Las circunstancias no son las mismas pero la leyenda del gran joven cocinero que no consigue sacar adelante su primer restaurante planeará sobre ambos nombres.

En esta ocasión la crisis se ha llevado por delante un local que ha hecho las cosas bien, que ha dado muchas alegrías gastronómicas a un montón de gente, que ha cobrado lo justo (demasiado justo) el producto y la cocina que ha hecho, y que ha superado con optimismo y tesón un montón de trabas que le han puesto en el camino y que hubieran hecho tirar la toalla a cualquiera. La historia de una persona joven que quiere sacar adelante su negocio y se encuentra un muro infranqueable en forma de propietario que prefiere un local cerrado y con un futuro incierto a seguir apostando por un nombre. Es la historia de la sociedad. Y un caso más para decir que la hostelería no es toda como la pintan.

Lo mejor del caso es que Iñigo es aún muy joven, descaradamente joven, y tiene todo el futuro por delante, aunque le haya afectado el cierre se le ve con moral y ha demostrado que a pesar de los tiempos difíciles, a pesar de tener que hacer un ajuste a sus precios, lo que nunca ha hecho ha sido rebajar la calidad de su cocina ni de sus productos, siempre ha tenido claro que ese el camino que debe seguir para tener éxito, y ya se sabe que si lo tienes claro siempre habrá un camino para llegar, será más torcido, será más empinado, pero siempre se acaba por llegar, lo importante es que llegues al final con fuerzas. Ojalá sea así y que nosotros lo veamos de nuevo.

Blog escrito escuchando: Gloria Gaynor – I Will Survive (cómo me suena a Resistiré del Dúo Dinámico y, al final, quieren decir lo mismo).