Lo mejor de la juventud es que te puede sorprender un cambio de rumbo o una locura, mantenerse despiertos en su trabajo es lo que hace que tu abras los ojos y te ilusiones por un disco nuevo o un libro nuevo que no se parezca al anterior.
Eso pasa con los jóvenes pero cuando un artista ha encontrado su estilo dicen que no hace más que repetirse. La frase habitual es que el escritor siempre escribe el mismo libro, el compositor siempre hace la misma canción o el pintor pinta el mismo cuadro y, si no, ahí está Botero para confirmarlo y le pagan por imitarse. Les pasa porque se acomodan y, por qué no, por la edad. Por eso cuando encuentras a un señor que podría estar tranquilamente en casa, que ya lo ha demostrado todo con más de 60 años y te lo enecuentras sorprendiéndote con cosas divertidas sabes que estás frente a un gran tipo que se divierte y que te sorrprende.
Este es el plato de aperitivos “amenities” (pequeños artículos de tocador que se colocan en los baños de los hoteles) que los llaman ellos que te encuentras en el restaurante Akelarre de Pedro Subijana. Podrían servírtelo en unos platos o unos vasitos de chupitos pero sería aburrido. Se le ha ocurrido dar un paso más, hay un gel (tomate y albahaca) con su esponjita (un pan) sobre el que lo pones y te lo comes. Lo que va en el tarro de crema es una crema de queso de Idiazabal que comes con una cucharilla y el enjuague bucal es un falso Kir Royal (champagne y granadina) que te tomas al final de estos aperitivos.
El año pasado fueron unos bombones. Este año esta locura. Pedro es el ejemplo más claro de que el efecto Benjamin Button es cierto y existe en San Sebastián, está cada día más joven. Pedro es un gran tipo que aún tiene ilusión por lo que hace y que te sorprende.
Blog escrito escuchando: The Moonglows – Lonely Christmas