Se trata de este “Cócteles intenracionales y nuevas creaciones” (ed. Everest) que firman en conjunto Patxi Troitiño (el mayor) y su hermana Yolanda (la peque). Un libro escrito desde la pasión de quien nace detrás de una barra y que ha visto que la profesionalidad se demuestra cuidando los detalles y haciendo las cosas con mucho cariño, los ingredientes que forman parte del cóctel de la vida. Patxi Troitiño ha demostrado con el tiempo que no hace falta tener un bar en la Quinta Avenida de Nueva York para triunfar, se puede hacer con ilusión desde un rincón del mapa y ponerse a la altura de los más grandes del mundo, hasta el punto de conseguir que tu hermana pequeña, que lo aprendió todo de Patxi, sea campeona del mundo mundial.
Este libro es de los que me gustan a mi, una parte de reverencia y respeto por los cócteles tradicionales que ellos llaman internacionales, a veces con un toque personal que no está nada mal para jugar. Otro capítulo, Llaves del Stick, dedicado a sus propias creaciones, esos que se han aprobado con el visto bueno de cientos y cientos de clientes que han pasado por su bar Stick en Rentería, algunas de esas nuevas creaciones realmente espectaculares, también están las que se han hecho especialmente para ciertos eventos como el Festival de Cine. Un capítulo más dedicado a cócteles moleculares, difíciles de hacer (imposibles si no tienes el equipo adecuado) pero que vienen muy bien para saber que, como en la cocina, también existe una nueva tendencia en la coctelería. Y, por último, un capítulo dedicado a esos cócteles que en la vida se te hubiera ocurrido hacer y que, sin embargo, los puedes hacer con cuatro cosas que seguro que tienes en casa, un capítulo muy práctico para que, además de ser un cocinillas con ese libro de cocina que te han regalado, lo seas también con la coctelería, que ya es hora de que nos acostumbremos a unos buenos cócteles de bienvenida en casa.
El libro incluye, además, una historia en forma de cómic de la participación de Yolanda en la edición del Campeonato del mundo en la que quedó campeona, un hecho único pero con una anécdota curiosa y bien documentada que a punto estuvo de costarle la participación.
En una época en que se están poniendo de moda incluso los cócteles de aperitivo en algunos restaurantes de cierto relieve, no está mal un libro con el que podemos estar a la última.
Blogo escrito escuchando: Coco Montoya – Just Let Go