Chus Madrazo en la vertical de Contino nos habló de “The Madrazo Challenge”, una expecie de reto que él les echó a sus amigos y clientes americanos para que, año tras año, compararan el 2000 y el 2001 de Rioja. Hasta el momento la potencia está ganando frente a la sutileza, si el reto se hiciera en Europa probablemente sería al revés.
Así es, al fin y al cabo la moda de los vinos con potencia y alcohol la inventó un americano llamado Parker que consigue que esos vinos, de su gusto particular, se vendan a millones. No hay muchos más secretos.
Ahora tienen un problema, se han dado cuenta de que esos vinos no sirven para comer y el vino se está convirtiendo en una copa para antes o para después de comer, lo que reduce considerablemente las opciones de consumo y de compra de botellas de vino. Las bodegas americanas se preocupan y se preguntan por qué no pueden ser ellos más europeos y hacer que el vino sea algo más cultural.
Lo inventaron y ahora no lo quieren. También han inventado el precio disparatado en los restaurantes y ahora se preguntan por qué la gente prefiere un “chardonnay” antes de cenar y nada durante la cena.
Nos trajeron una moda y ahora pretenden que se lo resolvamos nosotros desde aquí. Con su pan se lo coman.
Blog escrito escuchando: Ana Laan – Chocolate and Roses