Yo no sé si Telmo Rodríguez está loco o lo parece, sé que se le quiere porque hace los vinos que hace, porque cada vino que hace está pensado, él ya ha reflexionado el vino antes de que nosotros lo tomemos, nos quita esa pesada labor y sólo nos deja el último momento, el que llega cuando te llevas el vino a la boca y disfrutas.
Este vino que es su penúltimo proyecto está hecho en Valdeorras con la godello como máximo representante, Ourense y sus laderas empinadas, pedregosas, dan esta calidad, toda la expresión está en cada copa y no hablo tanto de aromas ni de regustos, con este vino me he encontrado con la tierra, con esa mineralidad que sigo sin entender que no pueda gustar porque es la misma esencia de lo que cada cepa recoge pero, sobre todo, esa sensación grasa que hace que un vino sea elegante en boca. Como siempre, Telmo ha entendido la capacidad de la zona en la que hace el vino, la ha entendido y la ha respetado para sacar adelante otra creación suya..
Y para suerte de los que nos encontramos a este lado del mundo del vino y tenemos que pagar por nuestras botellas, esta está entorno a los 8 euros (Goñi, c. Aldamar, San Sebastián). Debería ser un vino de moda para el verano. Aunque pediría que sobraran unas cuantas botellas porque me gustaría probar este vino dentro de dos o tres años, creo que será una auténtica joya.
Blog escrito esuchando: Fleetwood Mac – Tusk