Mi opinión es clara: Ni están todos los que son, ni son todos los que están.
Hay que relativizarlo todo, ni ahora son mejores ni antes son peores. Listas, premios, estrellas los habrá siempre y en todos los aspectos de la vida. Mis queridos jesuitas, especialistas en eso de lla competencia, hacían todos los meses un “cuadro de honor” con los nombres de los mejores alumnos y uno apareció varias veces y mira cómo he terminado. Pues eso que no merece la pena. La Real jugó mejor pero ganó el Bilbao, ya está.
Además, está claro que cada uno cuenta la historia según le va en ella. Y todas, todas, todas las historias tienen su lado oscuro. Que es preferible acabar con el dicho mejor colocado: a quien Dios se la dé, San Pedro se la bendiga. Cada uno reconoce su camino y sus éxitos.
Lo mejor: que el mismo día que estalla la polémica estoy viendo un reportaje sobre el más grande y seguía con la retahila esa de: “qué bien nos llevamos todos.”