Tu ya conoces a los camareros que te llegan con un aparato electrónico para tomarte la comanda. No deja de ser una variante del restaurante chino en el que sólo apuntan los números de los platos, demasiados dialectos, demasiado raro para que se entiendan entre ellos, más sencillo es apuntar un número que entienda todo el mundo. Los aparatos vienen a ser eso mismo. tocan unas teclas y ya está hecha la comanda, ninguna posibilidad de cambios, ninguna posibilidad de preguntas, la idea es la inmediatez y la rapidez.
Ahora quieren dar un paso más. El pad está sobre la mesa, la carta la puedes ver escrita, la puedes ver en fotos, están los ingredientes, tu haces la comanda, eso sí, puedes incluir comentarios, incluso te dicen en cuánto tiempo puedes tener la comida en la mesa. Te la trae un camarero pero tu no le pides nada, si quieres un vaso de agua lo anotas en el pad a él le llega la orden en la barra y te lo trae. Cuando te quieras marchar el pad te hace la cuenta y te cobra, incluso te divide la cuenta por si quieres pagar a medias o a tercios, lo que quieras, le vas dando tarjetas y te va cobrando.
Y si quieres poner un comentario o una queja lo haces. No tienes que hablar con nadie. De paso si te aburres con quien estás en la mesa, puedes buscar una aplicación de un juego y ponerte a jugar que para eso está. No hablas con nadie, nadie te habla a tí.
Creo en lo que hago y me gusta así.
Blog escrito escuchando: Ron Sexsmith (¿o es Damian Rice?) – Other Songs