Siete historias de siete escritores diferentes, bajo la tutela de Espido Freire, escribiendo con dos cosas en común: mujeres y vino. ¿Es o no es tentadora la propuesta? Lorenzo Silva, Juan Manuel de Prada, Rosa Regás, Juan Cruz, Vetle Lid Larsen, Boris Izaguirre y la propia Espido Freire. Hay relatos tristes, muy tirstes, los hay desconcertantes y los hay divertidos y fantásticos. Se parecen mucho a los vinos que te vas tomando a lo largo de la vida y, en este punto, debería decir que también a las mujeres que he conocido a lo largo de la vida pero por cortesía no debería.

Así que este libro como regalo  es una especie de declaración de intenciones, habla mucho en favor de quien lo regala porque sabe que hará disfrutar a quien lo reciba. ¿Es imprescindible que guste el vino? Quizás sea interesante porque uno puede identificar los vinos que ha tomado con las historias que se cuentan, dirías que el de Izaguirre es un blanco joven, el de Freire un borgoña con alma, el de Prada uno joven y ligero o el de Silva un Priorato muy alcohólico, pero no es imprescindible. ¿Es imprescindible que te gusten las mujeres? Incluyendo a la madre, sí. Así que es para todos los públicos.

El remate es que la familia Vivanco está detrás del proyecto y Santi, (hermano de Rafa del que escribí la semana pasada) hace un epílogo precioso dedicado a su abuela, la que, según toda la familia, puso las bases de lo que hoy es toda la historia del vino en La Rioja.

Una copa para dos, relatos de mujer y vino está editado por Everest.