Querido Antonio;No, no tengo ni idea de porqué se ha puesto tan de moda este asunto de la ginebra. Quizás sea porque con tónica es fácil de tomar, así fresquito, no te pide nada a cambio, no exige ninguna contrapartida y, además, los camareros se pueden dar el gustazo de “preparar” la bebida, pueden hacer ridículos campeonatos a los que se prestan los popes de la crítica porque lo único que se exige es que sepan levantar una copa. Y, además, hay quien ha encontrado un filón para hacerse con un dinero fácil.

¿Te imaginas un campeonato de brandy? Se sirve la copa y ya está. No hay misterios detrás de una copa de brandy, el misterio está en la bebida, te encuentras a solas con ella y la disfrutas. El brandy es sexo entre dos personas para disfrutar, lo demás es pornografía que ves en una pantalla y que sirve para lo que sirve.

¿Y me preguntas cómo se llega a la perfección?

Te lo dejo claro: La uva palomino y airen. Una sola destilación, que no hace falta más. Las holandas (el aguardiente de base) son las del corazón, es decir, se desecha la cabeza y la cola, esas que se las lleven otros. Antes de que llegue a la bodega las holandas ya han pasado 3 años en barricas nuevas y 3 años en barricas viejas. Luego pasan otros 5 años en barricas de amontillado y otros 5 en barricas de oloroso. Así es como se hace el brandy Fernando de Castilla, el básico, con el que empiezas a tomar tus primeras copas y con el que empiezas a disfrutar de la vida y de una de las mejores bebidas que existen. El aroma, el paso por boca como la seda… los mejores vicios para acostumbrarte mal.

Más de 15 años preparando una bebida que te sirves y ¿te lo vas a tomar de trago como un refresco?

Anda y no fastidies.

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