Las Navidades | El trampolín de tu vida >

Blogs

Ainhoa Cilveti

El trampolín de tu vida

Las Navidades

Las Navidades son un momento mágico, triste o indiferente para muchos, pero incluso en el caso de que te resulten agradables pueden ser estresantes. Se dice que son una época para vivirlas de niños, incluso en este cao, a muchos de ellos les causa nerviosismo, la espera del Olentzero, Papá Noel o los Reyes, les puede llevar a estar más inquietos de lo normal. Sin contar que muchas veces son conscientes de lo que los mayores les transmiten, problemas por encontrarse con otros familiares o amigos. Hay que decorar las casa, gastar más de lo que podemos, pensar qué cenamos, cómo nos organizamos, reunirnos con personas por compromiso…y vuelta a empezar al día al día siguiente.

¿Qué tal si simplificamos? ¿Qué pasa si alguien decide quedarse en su casa o simplemente compartir unos huevos fritos? Parece que esto no se puede hacer en estas fechas y sí en otras. Hay, sobre todo amas de casa, da lo mismo si trabajan o no, personas que deciden reunir en sus casas a sus familiares, que se pasan el día preparando, cocinando, decorando y que luego, cuando llega el momento de festejar, están tan cansadas que no pueden disfrutar del momento. Por otra parte, hay personas que sufren el síndrome de “estrés positivo”, que necesitan estar preocupándose para hacer que sus seres queridos lo pasen bien y disfrutan con ello. Sea el tipo de persona que sea, lo importante es que son días para disfrutar y pasarlo bien, y cada cual debe buscar la forma de hacerlo, bien tomando una cena ligera y metiéndose pronto a la cama o bien organizando el gran zafarrancho con todo aquel que considere oportuno. Dejemos que cada cual decida su forma de festejar estas fechas, no seamos críticos y sobre todo, pensemos en lo que nosotros mismos queremos. Cuanto más felices seamos nosotros, menos criticaremos a los de nuestro alrededor en su forma de hacerlo.

Simplifique y deje que los otros también lo hagan. Regale, aunque sean chucherías si lo necesita, y no lo haga por compromiso. Si algo bueno ha tenido esta crisis que estamos atravesando es que ha puesto las cosas en su sitio, y que nadie se va a sentir mal por recibir un regalo alternativo. Incluso, los niños lo entienden, se dan cuenta que no es necesario disfrazar la casa y a nosotros mismos como si estuviéramos en Disneyland para pasarlo bien y pasar un buen rato. Con el estrés de vida que llevamos durante el resto del año, el podernos sentar y disfrutar de nuestra compañía ya es mucho para ellos. Dedicarles nuestro tiempo a nuestros seres queridos puede ser el mejor regalo del año.

Temas

Coaching para todos

Sobre el autor


diciembre 2013
MTWTFSS
      1
2345678
9101112131415
16171819202122
23242526272829
3031