Esta semana aprovecho un evento que se celebra este fin de semana para hablar de lo que los padres/madres hacemos por lo hijos, y lo que esto a su vez nos reporta. Esta semana se celebra una Gala especial de Navidad en el Palacio de Hielo de San Sebastián. Es una gala que se realiza todos los años para obtener beneficios para el club de patinaje artístico, Txuriberri. La gala se hace gracias a la ilusión de los patinadores por dar a conocer su trabajo de todo el año y con la ayuda de los entrenadores y padres para ponerla en marcha.
Durante un periodo de tiempo, tanto los patinadores como los padres y entrenadores, los que entregan toda su paciencia y buen saber, nos involucramos en hacer que este proyecto vea la luz, con todo lo que ello representa. Por una parte nos encontramos con el hecho de que todos quieren ser protagonistas, algo normal, pero que a veces tienen que aprender a trabajar en equipo y saber que lo que importa es el objetivo común, que la gala sea factible y salga bien. En un deporte que en su mayoría es un trabajo individual, por unas semanas tienen que aprender a luchar por un objetivo conjunto, lo que implica respeto hacia los compañeros, en su aprendizaje, colaboración y esfuerzo de equipo.
Por otra parte, los padres, podemos implicarnos directamente en algo que nuestros hijos hacen durante todo el año. El resto del tiempo tan sólo podemos acompañarles en la persecución de sus logros, pero ahora tenemos la oportunidad de involucrarnos en algo que es realmente suyo y que ellos son los protagonistas. Mi experiencia, no sólo en esta gala, sino en las actividades que me han dado esta oportunidad, es que nuestros hijos agradecen el hecho de verse respaldados por estar presentes en sus vidas. Esto también se ve reflejado en aquellos padres que se ocupan de cualquier actividad que realizan sus hijos, aunque simplemente sea acompañarles a un entrenamiento o ser directivo de la junta del club que les representa. Lo que quiero decir, es que cada padre o madre sabe en qué medida puede ayudar a que su hijo/a pueda hacer aquello que le gusta, y que estos lo agradecen aunque no lo digan. Esto lo veo muy claramente cuando los padres están dispuestos a hacer un proceso de coaching familiar, muchas veces el gran progreso comienza cuando los progenitores se sientan con sus hijos a trabajar un objetivo común, lo que en esta ocasión significa nuestra gala de navidad.