Tras las vacaciones llega otra vez nuestra vida “normal”, por lo tanto tengámoslo presente a la hora de pensar lo que estamos haciendo. A veces cometemos excesos en estas fechas de las que luego nos arrepentimos. No se trata de estar continuamente controlándonos, por ejemplo, lo que comemos, bebemos, salimos, gastamos,… pero sí, teniendo el mando de la situación, de tal forma que nos incorporemos a nuestro día a día sin lamentaciones.

Hoy en día, en el que mucha gente no dispone de empleo, y por lo tanto de periodos vacacionales, es importante que seamos conscientes de que somos unos privilegiados por tenerlas. Desde luego, nuestro esfuerzo nos ha costado, pero tengámoslo presente, sobre todo a la vuelta del trabajo. Cada uno puede adoptar la actitud que mejor le parezca, pero reflexionemos antes de “amargarnos” por tener que volver, suerte hemos tenido de haber disfrutado de los días libres.

Por este mismo motivo, porque enseguida llega septiembre, no les digamos a nuestros hijos que estamos deseando que se terminen sus vacaciones para quedarnos tranquilos. Pensemos, que durante todo el curso tenemos poco tiempo para disfrutar de ellos, entre deberes, extraescolares y horarios complicados, por lo tanto,  aprovechemos estas semanas para demostrarles nuestro amor y cariño, divertirnos juntos, disfrutar de los planes, escucharles y acercarnos a ellos. Esto no significa que tengamos que mimarles y consentirles todo, pero sí transmitirles lo que les queremos.

También podemos aprovechar estos días para estar con esas personas que normalmente no conseguimos ver, y con las que disfrutamos. Puede tratarse de algún familiar o amigo con el que queramos hacer algún plan especial, o simplemente compartir un rato agradable. Estos días que no tenemos que trabajar, y en los que queremos disfrutar del tiempo libre, son idóneos para compartirlos con estas personas, y además sentir que hemos hecho algo especial tan sólo por haber estado con ellas. Pod

emos ponernos al día sobre nuestras vidas, disfrutar de alguna actividad extra, o

simplemente dar un paseo disfrutando del buen tiempo que suele hacer en esta época, con lo que además de disfrutar de la compañía, conseguimos acercarnos a la naturaleza.

En este punto, también podemos tener en cuenta a nuestra pareja, que muchas veces, no por tenerla más cerca, estamos con ella, o podemos disfrutar de buenos momentos a su lado. Esta época es muy buena para poder hacer esos planes que llevamos pensando todo el año, pero que por un motivo u otro, no llegamos a realizar. Cualquier plan, por simple que sea, se puede convertir en una romántica cita.