Las personas tenemos una vida en la que se conjugan diferentes apartados, situaciones que todas en una conforman nuestra existencia. Todas ellas, de alguna manera, se encuentran unidas, y no podemos aislarlas unas de otras, ya que en medio de todas se encuentra nuestro ser, y por lo tanto, para tener una vida plena, debemos cuidar cada aspecto que la configura. Hay personas, que tienen un buen trabajo, una buena familia, pero que a lo mejor, no disfrutan de una buena relación con sus amigos. Otros, por el contrario, saben divertirse, pero no son capaces de centrarse en sus deberes profesionales o personales, lo que también les lleva a no sentirse plenos como personas.
Por este motivo, es importante que sepamos dedicarle el tiempo necesario a cada apartado de nuestras vidas, y entre ellos, al ocio, de donde la mayoría de nosotros sacamos la energía para continuar con el resto de las actividades. El divertimiento, puede, en algunos momentos de la vida, venir de diferentes situaciones, de criar a nuestros hijos, de disfrutar de nuestro trabajo, o de cuidar de nuestros padres, pero al final, si alguno de estos aspectos acaba, vamos a necesitar tener algo más a lo que agarrarnos. Por lo tanto, cuanto más trabajemos cada aspecto de forma diferenciada, más fácilmente vamos a ser capaces de continuar con cualquier situación que se nos presente.
Educar a un hijo, puede ser muy satisfactorio, pero no podemos volcar toda nuestra energía en este aspecto, por muy divertido y placentero que en un momento dado nos pueda parecer. Tener relaciones fructíferas con nuestros amigos por si sólo, tampoco nos va a hacer sentirnos desarrollados personalmente, si no somos capaces de a la vez estar realizados como personas. Necesitamos tener un poco de todo, y a veces, esto no resulta tan fácil, pero por nuestro propio bien, debemos hacer un esfuerzo para conseguirlo.
Si tenemos un trabajo que nos gusta, una familia que cuidar y con la que nos sentimos satisfechos, no dejemos que el cansancio del fin de semana nos impida realizar aquellas actividades que nos hagan sentirnos bien y nos den la energía suficiente para comenzar de nuevo el lunes con nuestras obligaciones. Concedámonos un momento de asueto, quitémonos la pereza, y hagamos algo que nos permita sentirnos plenos, para de esta forma, poder continuar cada día con aquello que queremos o que creemos tenemos que hacer, de tal forma, que lo hagamos con energía e incluso felicidad.